El bosque es uno y es todos

Project Statement

El bosque es uno y es todos.
Son muchos pero a la vez es uno solo.
Perderse en la espesura no es todo alegría, sino también, es la angustia de querer salir.

El bosque contiene la sensación abyecta de la paradoja, el deslumbramiento y la incomodidad.
Es el encuentro y el desencuentro.
El silencio que no es silencio.
Esa coexistencia perfecta que remite a la infancia y sin quererlo me ubica en una acción sin moverme.
Trepada por las ramas, quemando las hojas secas, las hojas de eucaliptus en el agua hirviendo que perfumaban la casa, juntar las ramas caídas.
Un movimiento sensorial, sin palabras, un abismo de emoción.

El bosque, tan intenso, tan denso y tan frágil.
Tiene el registro del tiempo en sus ramas: complejas, inflexibles, arrugadas, fuertes, jóvenes, retorcidas por el viento, ramas que abrazan y se estiran, se acercan sin miedo en un mundo natural e inevitable donde hoy escucho con los ojos cerrados, las risas, las lágrimas, los pasos crujientes, la respiración, el ritmo de la niñez que se despliega al ritmo del corazón.

Siempre vuelvo a recorrer el bosque, sin apuro, con la promesa de encontrar algo diferente en ese silencio lleno de ruidos e imágenes que resuenan pero no aturden.

En el bosque, al final, siempre el recorrido me sugiere que avance.
Situada en distintos lugares, se ve todo diferente, me invita a lo desconocido, no para conocerlo, sino para amarlo.